Nuria Marco es psicóloga clínica especializada en Hipnosis Clínica e Hipnopediatría. Su trayectoria profesional y académica, así como su experiencia en la aplicación de la hipnosis en el ámbito clínico y médico, la han convertido en una referencia en el sector.
Estudié Psicología Clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona. Realicé estudios de doctorado en la Universidad de Barcelona. Tengo un Máster en Dirección de Empresas RRHH en la Escuela de Administración y Dirección de Empresas, un Máster en Programación Neurolingüística (Hipnosis Ericksoniana), formación en coaching life y de empresa, especialidad en Psicología Forense (Col·legi Oficial de Psicòlegs de Barcelona), un postgrado en Hipnosis Clínica en la Universidad de Psicología de Barcelona y un postgrado en Hipnosis Médica en la facultad de medicina de l’hôpital Pitié Salpêtrière de París, organizado por la AFEHM Dr. Jean Marc Benhaiem.
Desde que acabé la carrera, cuando tenía 22 años, ya comencé a ejercer como psicóloga. Ahora ya son más de 20 años, siempre trabajando dentro de la clínica y con la hipnosis.
La aprendí en la Universidad Autónoma de Barcelona durante mis últimos años de carrera, de la mano de dos catedráticos muy innovadores: el Dr. Ramón Bayés y la Dra. Raich. De la Dra. Raich aprendí la técnica y practiqué la relajación progresiva de Jacobson y las visualizaciones creativas de Schulz, que actualmente continúo practicando. Después realicé prácticas extrauniversitarias tuteladas por la Dra. Raich y comencé a tener pacientes. Más adelante, estudiando el máster en programación neurolingüística, hice un módulo de hipnosis Ericksoniana. Una experiencia personal con mi hijo, que tuvo problemas de salud, me llevó a aplicarme la auto hipnosis y comprobé su eficacia. Después hice el posgrado en la Universidad de Barcelona y en París descubrí la aplicación de la hipnosis en la medicina, donde se utiliza incluso para reducir la anestesia en operaciones.
El principal motivo fue descubrir que era una herramienta que permitía que la terapia fuera más deprisa y que los pacientes mejoraran antes. Lo primero que me motivó fue ver que los pacientes, cuando trabajaba con técnicas cognitivo-conductuales, me decían que dentro suyo había una fuerza más fuerte que su voluntad que les hacía volver a su problema. Así comencé a trabajar con la hipnosis, que permite un aprendizaje correctivo y resultados más rápidos en la mayoría de casos.
La descubrí desde pequeña, cuando los profesores alertaban a mis padres porque iba durmiendo a las niñas del colegio por los rincones. Tendría unos 8 años.
Ninguno jamás se opuso a que estudiara psicología y luego a mi pareja le resultó interesante también y me apoyó. He de decir también que mi esposo estudió la misma carrera que yo.
Sí, a París. Me ha aportado una visión más médica. En Francia hay hospitales que aplican la hipnosis para reducir la anestesia en operaciones de pulmón, dentales, dermatológicas, en pediatría, en obstetricia... hasta en urgencias. Es un campo espectacular y desconocido en nuestro país.
Sí, tengo la especialidad de forense, un máster en sexología y terapia de pareja (U.A.B) y otro en P.N.L e Hipnosis Eriksoniana.
En un lugar muy bajo, si lo comparamos con el resto de Europa o América del Norte.
Cataluña es una comunidad que apuesta por la innovación y el avance de técnicas psicológicas.
La hipnosis recoge los conocimientos adquiridos y técnicas elaboradas por psiquiatras y psicólogos hasta la actualidad. He seguido a muchos maestros, como Milton Erikson, Charcot, Roustang… todos ellos me han enriquecido, pero me considero ecléctica.
El estado hipnótico es un estado de "superconcentración" en el que el inconsciente, guiado por el psicólogo-hipnólogo, centraliza su atención en un punto concreto y se separa de todo el resto. No hay pérdida involuntaria de control. Es una técnica de relajación que simula el estado agradable del dormir para llegar a un estado donde el cuerpo está como dormido pero la atención es perfecta, para realizar aprendizajes y corregir los trastornos que presenta el paciente.
Sirve para introducir técnicas psicológicas para tratar los diferentes trastornos que presenten los pacientes en consulta.
Dentro del área psicológica: ansiedad, depresiones, trastornos obsesivo-compulsivos, sexuales, psicosomáticos, traumas emocionales, etc.
En el área médica: reducción del dolor durante el parto, reducción de anestesia en operaciones, anestesia dental, etc.
Se puede aplicar una hipnosis más directiva o una más indirecta (a través de metáforas donde el inconsciente interpreta el aprendizaje). Yo combino ambas formas.
La hipnosis es una técnica que sirve para introducir un paquete terapéutico que el psicólogo o el médico especializado en hipnosis aplica para tratar la patología del paciente.
Primero se hace una sesión donde el especialista elabora una historia médica-psicológica. A partir de esta historia, más el ojo clínico del profesional, se extrae el diagnóstico y se elabora la estrategia para tratar la patología.
Las visitas son siempre de una hora. En la primera se elabora el diagnóstico y en las siguientes se realiza la intervención. En las sesiones de intervención siempre se habla con el paciente para ver los cambios que ha experimentado entre sesión y sesión y para efectuar, si es preciso, cambios en la estrategia de la terapia.
Depende del caso y del grado de estado agudo que presente el paciente. El tiempo mínimo suele ser de 3 o 4 meses sin interrupción.
Las ventajas son que, al ser aplicada directamente en el inconsciente, es más rápida para obtener resultados. No hay que trabajar tanto con las defensas del paciente. Las desventajas son los miedos de la gente debido al desconocimiento sobre la técnica. En España hay muchas creencias sobre la hipnosis como que son técnicas mágicas y no científicas. Hay patologías mentales psiquiátricas con las cuales yo personalmente no trabajo, como la esquizofrenia.
Ver que los pacientes, cuando trabajaba con técnicas cognitivo-conductuales, sentían que había una fuerza más fuerte que su voluntad. Con la hipnosis, el paciente realiza un aprendizaje correctivo para mejorar su trastorno, y los resultados son increíblemente buenos y rápidos en la mayoría de casos.
No tiene ningún peligro. Es una técnica complementaria magnífica, incluso en el área médica por casos de cáncer, dolor, etc.
Debe ser aplicada siempre por profesionales cualificados. No trabajo con patologías como la esquizofrenia.
No. El paciente nunca pierde su control. El inconsciente garantiza la supervivencia y nunca haría nada que le haga daño. El paciente está relajado pero su mente está despierta y atenta.
Nunca hay una pérdida de la consciencia. El paciente está consciente y no duerme profundamente.
No. El inconsciente protege y si se le pide algo que la persona no haría, simplemente no hace caso.
Sí. Hay personas que se relajan más rápido, sobre todo quienes practican meditación y quienes no tienen miedo a la técnica y confían en el profesional.
En patologías psiquiátricas donde el paciente tiene delirios (alucinaciones), pacientes muy medicados o con demencias, la hipnosis no es recomendable. Es más efectiva en ansiedad, estrés, depresiones, fobias, traumas, etc.
Comencé a aplicarla con mi hijo cuando era pequeño, para que se relajase y durmiera. Después continué con los hijos de mis pacientes adultos, y al ver los resultados, seguí tratando niños con ansiedad o traumas como el bullying. Tras acabar la especialidad de forense, traté niños que habían sufrido abusos sexuales, violaciones o maltratos y comprobé su potencia positiva.
Desde problemas de ansiedad, estrés, depresiones, abusos sexuales, violaciones, maltratos, fobias, manías, etc.
La manera es diferente. Con un niño de 7-8 años es como un cuento. De los 9 hasta 14, como si fuese un juego de ordenador donde el inconsciente es el avatar que el propio niño crea. A partir de los 14 se trata como a un adulto, con un lenguaje adaptado al adolescente.
Los más fáciles son los casos de ansiedad y depresión que no estén muy cronificados. Los más complicados son los de dependencias a las sustancias psicotrópicas.
Sí, quedan dentro de los que denominamos trastornos de la personalidad.
Sí, casos de shock postraumático.
Recojo algunos casos anónimos en mi página web.
La gente tiene una idea equivocada de la hipnosis. No se pierde el control, es una técnica de relajación profunda donde el paciente permanece consciente. Muchos pacientes vienen sin saber qué es la hipnosis y al principio se muestran reacios, pero una vez la prueban y ven los avances en su tratamiento, son los que más recomiendan la técnica a su entorno.