El EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) es una terapia consolidada para el tratamiento del trauma que actúa sobre el sistema de procesamiento de información del cerebro, alcanzando un 77% de remisión en veteranos con TEPT tras 12 sesiones y un 100% de remisión en traumas únicos en 6 sesiones de media. Sin embargo, la hipnosis clínica, con protocolos validados y sin efectos secundarios relevantes, ofrece una alternativa igualmente segura y eficaz, logrando más del 80% de altas clínicas en fobias y ansiedad en 8–12 sesiones.
Desarrollada por Francine Shapiro en 1987, el EMDR combina la estimulación bilateral (movimientos oculares, tacto o sonido) con la activación de recuerdos traumáticos para facilitar su reprocesamiento. Según el Modelo de Procesamiento Adaptativo de Información, los traumas quedan “congelados” en la amígdala, impidiendo su integración funcional en el córtex prefrontal. El protocolo estándar sigue ocho fases: historia y preparación; evaluación; desensibilización; instalación; exploración corporal; cierre; y reevaluación.
Durante la fase REM del sueño, nuestros ojos se mueven de forma bilateral mientras el cerebro procesa emociones e integra aprendizajes. El EMDR reproduce este patrón, sincronizando hemisferios e incrementando la comunicación entre amígdala y córtex prefrontal. Los estudios de neuroimagen funcional muestran un desplazamiento de la actividad desde regiones límbicas hacia áreas témporo-occipitales durante las sesiones, lo que refleja un reprocesamiento adaptativo de la información traumática.
Ventajas
Limitaciones
La hipnosis clínica es un estado de atención focalizada y sugestión controlada que facilita el acceso a procesos inconscientes mediante ondas theta cerebrales. En su protocolo, se combinan inducción, técnicas de relajación, sugestiones terapéuticas y reorientación positiva, promoviendo la neuroplasticidad y la reestructuración de esquemas mentales disfuncionales.
En mi consulta (Avenida Diagonal 600, Barcelona), la hipnosis clínica ha logrado más del 80% de altas clínicas en fobias, ansiedad y duelos traumáticos en 8–12 sesiones.
En mi práctica, combino ambas técnicas para potenciar la reconsolidación de la memoria traumática. Por ejemplo, tras la desensibilización con EMDR, utilizo hipnosis clínica para reforzar sugestiones positivas y consolidar nuevos patrones de afrontamiento. Esta sinergia maximiza la neuroplasticidad y acelera la recuperación.
El EMDR es una terapia avalada científica e internacionalmente para el tratamiento del trauma, con sólidas tasas de eficacia en diferentes contextos. No obstante, la hipnosis clínica, gracias a su seguridad, rapidez y alto porcentaje de altas clínicas, se presenta como una opción excelente y complementaria. Aquellos pacientes que busquen un abordaje integral y flexible, combinando estimulación bilateral y sugestiones terapéuticas, encontrarán en la hipnosis clínica de la Dra. Nuria Marco una vía fiable para recuperar su calidad de vida.